No cabe duda, éste día fue una prueba, para mí, para vos, para los dos. Puedo comparar éste día a nuestros problemas, los cuales vienen siendo una gota de agua en la que la mayoría de las veces nos ahogamos, pero de una manera u otra buscamos cómo salir de esa gota, y justo así fue hoy, nos tocó improvisar, y lo supimos superar. Éste día fue una prueba superada.
Han sido cuatro meses a tu lado, con días difíciles, algunos con lágrimas, otros con problemas, pero en ningún segundo ha faltado el amor, eso siempre ha estado fijo y permanente. He amado cada experiencia juntos, cada llamada, cada mensaje... Es tan grande la necesidad de tenerte en mi vida, Nie, nunca en mis veintiséis años de vida he sentido ésta necesidad por alguien, por saber qué va a suceder en el futuro, por saber si Dios te ha puesto en mi camino para que seas mi esposa, y es cierto, no voy a negarlo, a cualquiera que lea ésto le parecerá un poco patética mi vida, quizás daría la impresión que no he sentido muchas cosas en mi vida, que los sentimientos no han brotado sino hasta hoy, con vos, porque hablar del futuro con cuatro meses de relación realmente es una locura. ¿Y qué? Estoy loco por vos.
Amo saber tus miedos, tus inseguridades, tu lado frágil, tu sonrisa, tu mirada, amo conocerte tanto, amo que seamos tan parecidos en ciertos aspectos, pero también diferentes en otros. Creo que nunca me había sentido tan acoplado a alguien. Algunas veces he sentido que no soy suficiente para vos, que realmente mereces a alguien mejor, porque nunca voy a dejar de pensar que vos sos un ángel enviado por Dios... A veces siento eso, pero me he propuesto ser una mejor persona para vos, ser alguien mejor.
Gracias por ser mi motivación día a día, gracias por estar a mi lado en éste tiempo (que ambos sentimos que ha sido más largo de lo que realmente es), gracias por amarme como lo haces. Gracias por aparecer en mi vida y mejorarla tanto. Te amo.
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